Cadáver exquisito/Video

Cadáver exquisito/Video

Bloque 1/ Temporada 1 #EscritorasMxTv

Querida escritora:

Me toca empezar esta carta tratando de darte consejos. La verdad es que no existen consejos clave. Sólo escribe. Escribe con la piel, el hígado y las agallas. Escribe para sanar, para gritar, para no volverte loca. Escribe como denuncia y escribe para vivir. Escribe para ti. Escribe.

Estás viva. Escribes porque estás viva. Dicho así, puedes ver que no es cosa menor. Tienes una comunidad que te lee, mírala. ¿Te lee tu mamá, tu amiga, tu hija, tu seguidora en redes? Qué maravilla. No es conformismo: es reconocer la vida. La escritura no nos es ajena, no está descorporalizada y no necesita letras de oro para suceder. Hacernos cargo de lo que escribimos es un privilegio; siempre que puedas, ejércelo. Spoiler: siempre se puede. Porque, en efecto, estás viva.

Así que escribe con libertad, sin miedo, con las emociones en las cutículas y en las uñas. Escribe como si mañana despertaras en el mismo mundo, pero sin violencia ni acoso y con justicia y dignidad. 

Y elige escribir. Por sobre las obligaciones que piensas que son tuyas como mujer, elige escribir. Por sobre el contenido basura con el que buscan obnubilar tu mente, elige escribir. Por sobre las horas sentada frente al televisor, elige escribir, elige leer, elige estudiar. Elige, en fin, ignorar menos.

Nadie te va a oír. Nadie te hará caso. Nadie recordará tu nombre porque hace tiempo, mucho tiempo, alguien le dijo a tu madre que no hablara y, tiempo atrás, le dijeron a tu abuela que no podía escribir su nombre en una carta y, antes de eso, alguien borró el nombre de tu bisabuela del registro de su propia vida. Nadie te oirá ni leerá; desaparecerás. Escribe. Escribe lo que quieras y ponle tu nombre. Escribe y habla en voz alta. Escribe y no dejes de escribir. Escribe y haz tu propia historia. Escribe y haz que las demás escriban. 

Busca en los recónditos más profundos de tu ser esa historia que está presa en tu corazón.  

No te detengas, querida escritora. Deja que ocurra la pluma. Tacha, vuelve a escribir. No siempre lo que escribimos a la primera termina por convencernos. Lo importante es que saga todo lo que está en nuestra mente, en nuestras venas; vivencias y pesadillas. Encuentra en lo cotidiano lo bello y transforma el mundo, tu mundo. Escribe para ti.

No tengas miedo, escribe. Si te sientes mejor guardando un tiempo tus escritos, hazlo mientras ganes confianza. Ten a alguien con quien puedas compartir tus textos. Y llegado el momento, lánzate.  

Escribe con miedo, o a pesar de él, con dudas, a solas y sin inspiración.

Escribe, aunque nadie te entienda y aunque nadie te lea.

Escribe, incluso, cuando no le encuentres sentido.

Escribe sobre aquello que sea personal, que te importe, que te diga algo.

Porque si esperas a hacerlo con certeza, acompañada, inspirada, rodeada de lectores o pensando en lo que otros quieren, difícilmente lo vas a hacer.

Para las narradoras:

No evites ningún lugar al que te lleven tus personajes.

No intentes imponerles tus creencias o escala de valores.

Aunque entres en conflicto con ellos, jamás los juzgues. Tu único trabajo como escritora es acompañarlos y develar el universo que habitan.

Sin embargo, querida soroescritora, no escribas si escribir no te hace feliz (hay tantas cosas para la angustia, la inseguridad o la tristeza que la escritura, aunque sea sobre temas dolorosos, te debería dar, por lo menos, alguna satisfacción). Escribe después de leer; si aún no tienes algo que escribir, sigue leyendo. Invita, a la hora de escribir, a la niña que fuiste y que era pura imaginación, a la mamá que a lo mejor te regañaba por las cosas descabelladas que se te ocurrían y a la mejor amiga que puedes tener: tú misma, para defenderte y animarte. Ten un gato: los gatos saben cuándo es buen momento para escribir y cuándo es mejor acariciarlo (y se acomodará justo en el teclado o el papel).

Llegó el momento: Escribe porque escribir es radiografiarnos, un viaje de valentía y coraje. Te encontrarás aguas calmas y tempestades, montañas y valles, sequías y lluvias torrenciales, pero eso sí, antes de poner la primera palabra en tu cuaderno, lee. La lectura es escritura; no soy sin leer. Lee hasta que quieras leer más y te des cuenta de lo pequeñas que somos y hasta dónde podemos volar. 

Ahí está. Sí, brilla. Es la manija, ¡sí!, de la puerta. Sí. Acerca la mano. Siente el temblor en la piel. Ahora, ahí, abre la puerta. Ahí está. ¿Qué ves? Pues eso. Eso es. 

Autoras: Cristina Liceaga, Alejandra Eme Vázquez, Mónica Soto Icaza, Magdalena Pérez Selvas, Laura Baeza, Paty Bermúdez, Alejandra Montelongo, Odette Alonso, Itzel Guevara del Angel, Adriana Azucena Rodríguez, Ligia Urroz y Ethel Krauze.

https://www.youtube.com/watch?v=8bZTqvky6Lc&t=1s

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial