Los cuentos son siempre una oportunidad para entrar a mundos alternos, a eso que llamamos realidad, la que habitamos en esos instantes de quietud en que abrimos un libro. Entre sus páginas, acompañamos a las y los personajes que nos cuentan fragmentos de su existencia, que quizás dure solo unos minutos al igual que su lectura o, sorpresivamente, sean capaces de hacer eco más allá del libro en reposo.
Erika Juseppe nos presenta en esta antología, una serie de cuentos de toque realista en los que se da lugar a la crueldad, la violencia e incluso lo grotesco de la humanidad. En más de una de estas historias, la cercanía es tal que la piel se eriza entre escalofriantes escenas. A través de las protagonistas, la autora aborda el lado oscuro de la raza humana colocando a las mujeres como agentes activas de la violencia, ejecutoras de la crueldad, retratando imágenes que impactan a las y los lectores.
Mediante un lenguaje cotidiano, la pluma de Juseppe nos sumerge en mundos de apariencia cotidiana que, en un giro de tuercas, rompen lo rutinario y muestran al desnudo la crudeza de realidades que cohabitan con la nuestra.
Es imposible salir inmune de esta lectura. La brevedad que caracteriza al cuento es absorbida por los finales de estas historias que resuenan escalofriantes, tristes, arrasadores y, al mismo tiempo, abiertos, reflexivos, intrigantes.
Recién salido a la luz, Todos los Cuentos del Tercer Piso, editados por Laberinto Ediciones, entran en el mundo literario en este volumen que compila algunos cuentos ya publicados y premiados y otros más que se ensamblan en esta atmosfera reveladora de aquello que aún nos resulta difícil de nombrar.
En los dieciséis cuentos compilados en este material, lo que nos encontraremos es una forma de crítica, un tanto irónica a la cotidianidad de los noticieros y el terror de sus contenidos cuyos focos atienden a lo vendible y se comercializa con las desgracias de lo que a diario vivimos. Hay aquí una propuesta de lectura fría, sin adornos, pero generosa en imágenes y clara en su postura. Nos toca a los y las lectoras elegir la nuestra, el lugar desde el que leeremos y el espacio que daremos a estas letras.
Isela Sayas nos lee un fragmento de su libro «El lugar de las sombras», el cual podrás comprar en el siguiente link: https://bit.ly/3HhMeSP Enviamos a México, Estados Unidos y Canadá.
Teresa Muñoz es actriz y escritora mexicana. Licenciada en Idiomas, con especialidad como intérprete traductor. Autora del libro de cuentos El fin de la inocencia (Quintanilla Ediciones, 2020). Fue directora de la Escuela de Escritores de la Laguna durante doce años. Ha sido columnista dentro de nuestro sitio web, Escritoras mexicanas, y actualmente es autora de la columna “Las actrices también leen”, que se publica en la revista electrónica Bitácora de vuelos y de la columna “Los riesgos del ocio” publicada en la revista electrónica La Vereda. Ha publicado cuentos en revistas literarias como Anónimos Suburbios, Pasto Verde y Blanco Móvil.Fue columnista en Red es Poder. Su texto “Confesión”, que concursó en Premios Demac 2019-2020 para mujeres que se atreven a pensar y a proponer Mexicanas al grito de… ¡ya basta!, fue seleccionado para su publicación (https://demac.org.mx/). Coordina talleres literarios, presentaciones de libros, charlas literarias y diplomados en diversos espacios en la Laguna y virtuales. Conduce y dirige el programa de radio Lecturas prestadas, de difusión y promoción de la lectura.
1.- ¿Qué significa para ti escribir?
Escribir es ser yo. Es tener y estar en el lugar en donde nada más importa excepto lo que soy, lo que quiero y lo vital. Cuando escribo me hago dueña de ese mundo que voy creando, de esos personajes que cuentan la historia que en algún momento fue o quiso ser mía; la escritura es mi lugar seguro, mi espacio verdadero y mi escudo contra lo mezquino del mundo.
2.- ¿Cuáles son los temas y géneros que abordas en tus textos?
Escribo narrativa, principalmente cuento y novela. He intentado la dramaturgia, pero me siento más cómoda en la narrativa. Mis temas son la sexualidad alegre e inmensa, la que no maneja culpas; los temas de las infancias que ven el mundo con ojos adultos porque no tuvieron más remedio que crecer ante la realidad; los sueños; el mar; las calles nocturnas con su tentación de locura; la crueldad; los monstruos cotidianos; y el fin de la perfección femenina, es decir la que deja de ser buena, generosa, sacrificada y puede dar a luz a la muerte.
3.- ¿Por qué leer a escritoras mexicanas?
Porque nos identifican siempre. Vivimos lo mismo, en el mismo país cuya realidad social, política, cultural, artística, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo la misma. Siempre estamos luchando contra el silencio, todas, simplemente por ser mexicanas y mujeres. Así que no es difícil encontrar en alguna de ellas las mismas necesidades de expresión, los mismos temas o el lenguaje que nos hermane. En mi caso son Elena Garro y su dramaturgia onírica, la sensualidad de Inés Arredondo, el feminismo y la ironía de Rosario Castellanos y el horror cotidiano de Amparo Dávila.