Reseña del libro de Erika Juseppe, Todos los Cuentos del Tercer Piso

Reseña del libro de Erika Juseppe, Todos los Cuentos del Tercer Piso

Los cuentos son siempre una oportunidad para entrar a mundos alternos, a eso que llamamos realidad, la que habitamos en esos instantes de quietud en que abrimos un libro. Entre sus páginas, acompañamos a las y los personajes que nos cuentan fragmentos de su existencia, que quizás dure solo unos minutos al igual que su lectura o, sorpresivamente, sean capaces de hacer eco más allá del libro en reposo.

Erika Juseppe nos presenta en esta antología, una serie de cuentos de toque realista en los que se da lugar a la crueldad, la violencia e incluso lo grotesco de la humanidad. En más de una de estas historias, la cercanía es tal que la piel se eriza entre escalofriantes escenas. A través de las protagonistas, la autora aborda el lado oscuro de la raza humana colocando a las mujeres como agentes activas de la violencia, ejecutoras de la crueldad, retratando imágenes que impactan a las y los lectores.

Mediante un lenguaje cotidiano, la pluma de Juseppe nos sumerge en mundos de apariencia cotidiana que, en un giro de tuercas, rompen lo rutinario y muestran al desnudo la crudeza de realidades que cohabitan con la nuestra.

Es imposible salir inmune de esta lectura. La brevedad que caracteriza al cuento es absorbida por los finales de estas historias que resuenan escalofriantes, tristes, arrasadores y, al mismo tiempo, abiertos, reflexivos, intrigantes.

Recién salido a la luz, Todos los Cuentos del Tercer Piso, editados por Laberinto Ediciones, entran en el mundo literario en este volumen que compila algunos cuentos ya publicados y premiados y otros más que se ensamblan en esta atmosfera reveladora de aquello que aún nos resulta difícil de nombrar.

En los dieciséis cuentos compilados en este material, lo que nos encontraremos es una forma de crítica, un tanto irónica a la cotidianidad de los noticieros y el terror de sus contenidos cuyos focos atienden a lo vendible y se comercializa con las desgracias de lo que a diario vivimos. Hay aquí una propuesta de lectura fría, sin adornos, pero generosa en imágenes y clara en su postura. Nos toca a los y las lectoras elegir la nuestra, el lugar desde el que leeremos y el espacio que daremos a estas letras.

 

Perla Santos