Descripción
Más allá de la evidente búsqueda estética que toda poesía emprende, es indispensable un argumento esencial que la sustente, una reflexión sobre la vida co o categoría general y como experiencia propia, un recuento de hechos o un análisis que permita al autor, a la autora, llegar a las conclusiones, que expresará en versos o en prosa poética y que constituirán la materia que se adorne con una métrica precisa o versos libres. Viento del alma simple con ese requerimiento de manera cabal y se convierte en un necesario arqueo de experiencias e impresiones plasmadas con gran lucidez por su autora, Lorena Páez, quien nos lleva de la mano por varias etapas vitales y sus paisajes: la niñez, fase que, con suerte, transcurre con la levedad de la brisa y a la frescura de la sombra de las figuras protectoras de la madre, el abuelo, la naturaleza benévola, y sumergida en esa bendita ignorancia que nos permite sorprendernos ante las cosas más simples. Subsecuente a esta viene la etapa a veces tormentosa, a veces melancólica, de la juventud regida por el imperio de los deseos, de las decisiones categóricas y súbitas, de los amores impostergables aunque sean imposibles o indebidos. La madurez llega, casi siempre, antes de que nadie se dé cuenta o lo desee, y nos impone el dominio de la razón —por lo menos algunas veces, en al-gunas personas— restándonos disfrute, pero dotándonos de esa posibili-dad de reflexión que permite otear hacia atrás con la finalidad de ver claro hacia adelante. En todos los casos, este recorrido literario se sustenta en un lenguaje contenido pero expresivo que nos invita a sumarnos a la experiencia que Páez expresa con el corazón abierto, sí, pero la reflexión alerta y activa. ¿Se atreve, lectora, lector, a emprender este viaje?
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