Larga vida a la #FENALEM

Larga vida a la #FENALEM

Por Magdalena Pérez Selvas

La tercera jornada de la FENALEM fue muy intensa, no sólo fue el día con el programa más lleno, sino que las organizadoras nos vimos en la necesidad de resolver problemas tecnológicos. Pero es porque las mujeres que escribimos no solamente escribimos: nos hemos visto en la necesidad de promover nuestra obra, salir a venderla y, ahora, abrir espacios como esta feria en donde hacemos todo, todo.

La buena noticia es que esto se vio reflejado sólo tras bambalinas, pues ustedes, nuestros lectores, pudieron disfrutar de la FENALEM sin más percances que un atraso de 20 minutos en la primera mesa del día: la presentación de la antología Labios rojos, chocolate y una rosa, prologada y presentada por la escritora y periodista española, Rosa Montero. También estuvieron Maru San Martín, compiladora, y todas las autoras de España y Latinoamérica que dieron voz a este libro.

Una hora antes, a las 11 de la mañana, el taller de escritura creativa, impartido por Carla Cejudo, transcurriría lleno de gente y sin problema alguno.

Entendiendo la importancia de fomentar la lectura en los niños, esta tercera jornada tuvo 2 encuentros de literatura infantil. Guadalupe Vera, Gaby Trejo, Maricarmen Luciérnaga y Marcela Fonseca presentaron cuentos que buscan sensibilizar a los más pequeños, pero también a los padres. Y Adriana Pacheco presentó Solecitos para contar despacito, un libro de 11 cuentos cuyas ganancias, además, estarán destinadas al orfanato Casa del Sol.

A las 2 de la tarde, se reunieron las voces de las autoras Eva Monroy, Anais Blues, Carla Cejudo y Adriana Azucena Rodríguez, ésta última declaró “Un gran reto para las mujeres que escribimos es la publicación, que facilita la difusión y conseguir lectores, es un reto fuerte”.

A las 3 de la tarde se abrió la primera mesa de poesía del día con la presencia de Paloma Cuevas, quien presentó Mujer en voz alta, un poemario de denuncia y sororidad, “ya estuvo bueno de mantenernos aisladas para conveniencia de quién sabe quién” declaró la poeta. Guadalupe Vera y Ania Mendoza presentaron Contradanza a ciegas, un libro dual que nació de un experimento literario.

Andrea Vega, de @Librosb4Tipos presentó Mäywen, de Magdalena Pérez Selvas, quien declaró que “la autopublicación no significa que la obra esté descuidada, las autoras independientes también hacemos un trabajo riguroso”. Ambas compartieron mesa con Margarita Martínez Duarte, quien presentó Sin ella, una novela bajo el sello, precisamente, de Escritoras Mexicanas.

Para la presentación de la novela Los secretos de las brujas de Salem, las autoras eligieron disfrazarse de brujas, divertirse con su propia investigación y con su propio ser mujer. “Este libro es un homenaje a las mujeres diferentes que no desean ser encasilladas en ningún estereotipo y florecen ante las diferencias”, comentó Guadalupe Vera, coautora con Gaby Trejo, Maru Dieguéz y Sara Jiménez.

A las 6 de la tarde, la presentación de la II y III Antología de Escritoras Mexicanas nos permitió escuchar diversas voces aglutinadas alrededor de Cristina Liceaga, quien dio espacio a todas y cada una de las autoras. Escuchamos terror, denuncia, violaciones, y hasta sobre un pastel de tofu, prueba de la versatilidad de la pluma de la mujer.

Cerramos el día con una mesa de poesía divertida y subversiva. Mercedes Alvarado presentó su libro Días de Luz Larga, Mónica Soto Icaza leyó su poema Puta, y Guillermina Monroy, Royina Arróniz y Marvey Altúzar presentaron el performance poético musical Fuego a tres voces. Hubo brindis, risas y gritos de libertad que ya no se acallarán. ¡Larga vida a la FENALEM!

https://youtu.be/AeOu4ExdIbw

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