Descripción
La vida cambia al escuchar las palabras “auto de formal prisión”. Las cuatro paredes de una celda tienen la capacidad de encerrar a la cordura y liberar a los demonios internos, esos que viven agazapados esperando el momento de salir a la luz.
En “Dios está en el encierro”, la autora descubrirá que hay un ser supremo que sí escucha las súplicas, que la vida se encarga de poner las cosas en su lugar, que en el silencio está la guerra, pero también la paz, y que, si se presta atención a las señales, se verán nítidamente frente a quien las necesita.
Este libro son las memorias de Haydeé Vázquez, tras estar presa injustamente durante cincuenta días en el penal de máxima seguridad de Santa Martha Acatitla.
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