Me toca empezar esta carta tratando de darte consejos. La verdad es que no existen consejos clave. Sólo escribe. Escribe con la piel, el hígado y las agallas. Escribe para sanar, para gritar, para no volverte loca. Escribe como denuncia y escribe para vivir. Escribe para ti. Escribe.
Estás viva. Escribes porque estás viva. Dicho así, puedes ver que no es cosa menor. Tienes una comunidad que te lee, mírala. ¿Te lee tu mamá, tu amiga, tu hija, tu seguidora en redes? Qué maravilla. No es conformismo: es reconocer la vida. La escritura no nos es ajena, no está descorporalizada y no necesita letras de oro para suceder. Hacernos cargo de lo que escribimos es un privilegio; siempre que puedas, ejércelo. Spoiler: siempre se puede. Porque, en efecto, estás viva.
Así que escribe con libertad, sin miedo, con las emociones en las cutículas y en las uñas. Escribe como si mañana despertaras en el mismo mundo, pero sin violencia ni acoso y con justicia y dignidad.
Y elige escribir. Por sobre las obligaciones que piensas que son tuyas como mujer, elige escribir. Por sobre el contenido basura con el que buscan obnubilar tu mente, elige escribir. Por sobre las horas sentada frente al televisor, elige escribir, elige leer, elige estudiar. Elige, en fin, ignorar menos.
Nadie te va a oír. Nadie te hará caso. Nadie recordará tu nombre porque hace tiempo, mucho tiempo, alguien le dijo a tu madre que no hablara y, tiempo atrás, le dijeron a tu abuela que no podía escribir su nombre en una carta y, antes de eso, alguien borró el nombre de tu bisabuela del registro de su propia vida. Nadie te oirá ni leerá; desaparecerás. Escribe. Escribe lo que quieras y ponle tu nombre. Escribe y habla en voz alta. Escribe y no dejes de escribir. Escribe y haz tu propia historia. Escribe y haz que las demás escriban.
Busca en los recónditos más profundos de tu ser esa historia que está presa en tu corazón.
No te detengas, querida escritora. Deja que ocurra la pluma. Tacha, vuelve a escribir. No siempre lo que escribimos a la primera termina por convencernos. Lo importante es que saga todo lo que está en nuestra mente, en nuestras venas; vivencias y pesadillas. Encuentra en lo cotidiano lo bello y transforma el mundo, tu mundo. Escribe para ti.
No tengas miedo, escribe. Si te sientes mejor guardando un tiempo tus escritos, hazlo mientras ganes confianza. Ten a alguien con quien puedas compartir tus textos. Y llegado el momento, lánzate.
Escribe con miedo, o a pesar de él, con dudas, a solas y sin inspiración.
Escribe, aunque nadie te entienda y aunque nadie te lea.
Escribe, incluso, cuando no le encuentres sentido.
Escribe sobre aquello que sea personal, que te importe, que te diga algo.
Porque si esperas a hacerlo con certeza, acompañada, inspirada, rodeada de lectores o pensando en lo que otros quieren, difícilmente lo vas a hacer.
Para las narradoras:
No evites ningún lugar al que te lleven tus personajes.
No intentes imponerles tus creencias o escala de valores.
Aunque entres en conflicto con ellos, jamás los juzgues. Tu único trabajo como escritora es acompañarlos y develar el universo que habitan.
Sin embargo, querida soroescritora, no escribas si escribir no te hace feliz (hay tantas cosas para la angustia, la inseguridad o la tristeza que la escritura, aunque sea sobre temas dolorosos, te debería dar, por lo menos, alguna satisfacción). Escribe después de leer; si aún no tienes algo que escribir, sigue leyendo. Invita, a la hora de escribir, a la niña que fuiste y que era pura imaginación, a la mamá que a lo mejor te regañaba por las cosas descabelladas que se te ocurrían y a la mejor amiga que puedes tener: tú misma, para defenderte y animarte. Ten un gato: los gatos saben cuándo es buen momento para escribir y cuándo es mejor acariciarlo (y se acomodará justo en el teclado o el papel).
Llegó el momento: Escribe porque escribir es radiografiarnos, un viaje de valentía y coraje. Te encontrarás aguas calmas y tempestades, montañas y valles, sequías y lluvias torrenciales, pero eso sí, antes de poner la primera palabra en tu cuaderno, lee. La lectura es escritura; no soy sin leer. Lee hasta que quieras leer más y te des cuenta de lo pequeñas que somos y hasta dónde podemos volar.
Ahí está. Sí, brilla. Es la manija, ¡sí!, de la puerta. Sí. Acerca la mano. Siente el temblor en la piel. Ahora, ahí, abre la puerta. Ahí está. ¿Qué ves? Pues eso. Eso es.
Te invitamos a nuestros talleres Fenalem de poesía, narrativa y autobiografía. Lo recaudado será utilizado para sufragar los gastos de la II Feria Nacional del Libro de Escritoras Mexicanas. Para mayor información, manda un correo a escritorasmx@gmail.com o escribe al whats 5611685626 Por el momento sólo hay inscripciones abiertas para el taller de autobiografía.
TALLER NARRATIVA AUTOBIOGRÁFICA (A TRAVÉS DE LA NUMEROLOGÍA)
FECHAS: del 1 de julio al de 12 de agosto
HORARIO: Jueves de 19 a 21 horas.
EDAD – 25 EN ADELANTE
CANTIDAD MÁXIMADE ALUMNOS – 10
COSTO – 1400 pesos. $1200 antes del 25 de junio. Dos personas por 2100. Incluye cápsula de protección legal de las obras
Sesión
Fecha
Tema
1
1 de julio
Sesión individual para interpretación – Carla
2
8 de julio
Mi ser interno
3
15 de julio
¿Cómo me ven los demás?
4
22 de julio
Desafío personal
5
29 de julio
Historia de vidas pasadas
6
5 de agosto
Misión de Vida
7
12 de agosto
Equilibrio de Regalo Divino
Se deposita en la cuenta
Santander a nombre de Ana Cristina Liceaga Ruiz cuenta no. 60558305241 clabe 014180605583052417 tarjeta de débito Santander no. 5579 0701 2383 6499
Una vez depositado el pago, se manda el comprobante a escritorasmx@gmail.com
En
Escritoras Mexicanas estamos muy contentas y agradecidas por todo el apoyo que
hemos recibido de la comunidad lectora y de las autoras que, entusiasmadas,
buscan sumarse a este proyecto.
Queremos
comentarles que, como ya ha sido anunciado desde diciembre, estrenamos programa
de Tv. Muchos y muchas de ustedes, que nos han acompañado a lo largo de todo
nuestro trabajo de difusión de la literatura escrita por mujeres, han estado a
la espera. Cono saben, nuestro primer programa estaba anunciado para el jueves
7 de enero a las 7 de la noche. Desafortunadamente, tuvimos dificultades
técnicas que nos impidieron presentarles la primera emisión; sin embargo,
nosotras no hemos detenido nuestro trabajo. Ese mismo día, optamos por grabar
el programa y transmitir el video en vivo con posterioridad. También tuvimos
dificultades con ello. Finalmente, le apostamos al proyecto inicial: transmitir
en vivo, principalmente, porque es una vía inmediata de contacto con nuestro
público, ustedes, que amablemente siguen preguntando y están a la espera de lo
que podamos ofrecerles.
Somos
un medio independiente, estamos aprendiendo, sobre la
marcha, la autogestión y seguimos en búsqueda de financiamiento. Al mismo
tiempo, nuestro trabajo como gestoras culturales y promotoras de lectura nos
obliga a no parar. Nos seguimos preparando profesionalmente y aprendiendo de
nuestros errores. Hemos tenido grandes frutos en lo más importante: dar a
conocer el trabajo literario que generan nuestras autoras mexicanas. Así que,
con todas las limitaciones que tenemos, pero, sobre todo, con todo el
entusiasmo de seguir en esta labor que consideramos tan necesaria, hoy
transmitiremos en vivo el programa de Tv por nuestra página de Facebook. Queremos
respetar la planeación inicial y el compromiso que hemos hecho,
anticipadamente, con las escritoras invitadas, por tal motivo, la transmisión
de hoy tendrá como invitada a Ligia Urroz y, el primer programa, en el que
estuvimos con Cristina Liceaga, será reprogramado próximamente. Esperamos
contar con su apoyo como hasta ahora. Les prometemos nuestro mejor esfuerzo y
el ánimo de seguir construyendo espacios sólidos para que nos llenemos de
letras valiosas de las mujeres que, con nosotras, reescriben el papel de las mujeres en el mundo literario de este
país.
Hoy, comenzamos nuestras
transmisiones en vivo. Aparte en su agenda los jueves a las 19 horas, será, a
partir de hoy, nuestra cita semanal. Los y las esperamos.
Llegó
el viernes, con él, la clausura de la FENALEM. Desde la Zona del Bajío, las
autoras mexicanas nos regalaron momentos dinámicos de encuentro literario.
Sigue siendo el eco de la voz que dice: ¡Existimos!
Entre
el respiro acelerado se cuela la nostalgia del final, aunque ya todas sabemos
que, en realidad, es el comienzo. Son los cimientos de una edificación
monumental que, aunque no está del todo definida por ahora, sabemos bien que
será tan alta que ya no podrán decir que no nos ven.
En
el recuento, las historias se acumulan porque una ha atesorado cada mesa y
quiere, de repente verterlas todas acá para que la memoria las contenga. Pero
justo para eso, para no olvidar, aquí nombramos a todas las que nos regalaron
un poco de su tiempo y de sus letras e hicieron posible el cuarto día de fiesta
literaria entre las escritoras mexicanas.
Comenzamos el día con el taller, que también cobijó los inicios de las actividades de cada día de la fiera. Para este viernes, el Taller Jugar para narrar. Herramientas para despertar la mente y escribir cuentos, a cargo de Julia Cuéllar, nos ofreció elementos para arrancar las letras de la pluma y plasmarlas en un cuento. Más tarde, se presentaron los libros Minificción, de Camelia Rosío Moreno,Relatos inesperados, de Claudine Flamand y Fábulas feministas, traducida por Lola Horner y Ave Barrera.
En literatura infantil y juvenil, se presentaron los libros Versos y garabatos. Antología de poesía e ilustración sobre la pandemia, por Julia Cuéllar y Sombras en el arcoíris, de Mónica B. Brozon. En cuento, Cambio de rumbo, de Martha J. Ramírez; ¿Quién es Paola Vargas?, de Montserrat Campos; Tierra de apariciones, de Ana Laura Saavedra V. y, Antologías de cuentos, presentadas por Paty Bermúdez, María Paz de León y María Edith Velázquez, nos ofrecieron una interesante gama de opciones narrativa. Y, el género de novela, fue presentado con Banana Street, de Macaria España, que nos regala a una protagonista justiciera en un contexto crudamente violento, ya sabe, usted, de esas cosas que pasan bien lejos de nuestro México.
Pero, para sazonar con otra vibra el ambiente, la poesía llegó con fuerza, con ánimo, con generosa abundancia. La riqueza en versos se manifestó a través de Princesas para armar, de Ana Clara Muro;Adopté un sol en la tierra, de Marjha Paulino; Cólera Morbus, de Amaranta Caballero; Declaración de vida, de Xochipilli Hernández; Pistola de agua, de Cristina Bello; Carnívora. de Alicia Salum; Eres Delicioso. Poesía erótica comestible, de Denise Pohls.
La poesía, como antesala de la
clausura, mezcló los sabores de cuatro días que se colaron desde el interior y
gotearon desde algunos lagrimales. En todos los medios en los que fuimos
recibidas, contamos el inicio de esta FENALEM sin saber en dónde y cómo pararía.
Desde el primer día lo descubrimos, quizás desde antes, esto ya no pararía.
Recibimos con orgullo el título de manada
de lobas y nos lo apropiamos, fuimos brujas y guerreras, nos vestimos de
gestoras y amigas, nos hicimos aliadas.
En plena clausura, ante la
mirada de quienes nos sintonizaban, bebimos. No recibimos flores ni medallas ni
nos hacían falta. Estábamos en el pódium celebrando el cansancio, el gozo, el encuentro,
el sentir, el pensar. Brindamos. Porque los acontecimientos importantes se
celebran aún en la distancia, tras las pantallas, con calzado cómodo y cara
sonriente, con el anhelo del abrazo y la promesa de un futuro que ya ha
comenzado.
Ahora que las musas se reescriben, son protagonistas de la historia, la que ocurre hoy, en este preciso momento. Con pluma en mano nos apoderamos del espacio feisbuquero durante cuatro días. Hicimos cimbrar las redes. La réplica del territorio que hemos hecho temblar, llegó en tuits, retransmisiones, grabaciones en YouTube, páginas web y prontito, en televisión por internet.
Somos mujeres, mexicanas, escritoras, gestoras, lectoras, y aquí estamos. Somos Paty Bermúdez, Carla Cejudo, Julia Cuéllar, Elsa D Solórzano, Kiara Fernández, Jazmín García, Cristina Liceaga, Mayahuel Zárate, Fanny Morán, Camelia Rosío, Magdalena Pérez, Alejandra R. Montelongo, Marú San Martín, Perla Santos, Guadalupe Vera y Marisol Vera. Pero también eres tú, que nos lees. Compartámonos.
La tercera jornada de la FENALEM fue muy
intensa, no sólo fue el día con el programa más lleno, sino que las
organizadoras nos vimos en la necesidad de resolver problemas tecnológicos.
Pero es porque las mujeres que escribimos no solamente escribimos: nos hemos
visto en la necesidad de promover nuestra obra, salir a venderla y, ahora, abrir
espacios como esta feria en donde hacemos todo, todo.
La buena noticia es que esto se vio reflejado sólo tras bambalinas, pues ustedes, nuestros lectores, pudieron disfrutar de la FENALEM sin más percances que un atraso de 20 minutos en la primera mesa del día: la presentación de la antología Labios rojos, chocolate y una rosa, prologada y presentada por la escritora y periodista española, Rosa Montero. También estuvieron Maru San Martín, compiladora, y todas las autoras de España y Latinoamérica que dieron voz a este libro.
Una hora antes, a las 11 de la mañana, el taller de escritura creativa, impartido por Carla Cejudo, transcurriría lleno de gente y sin problema alguno.
Entendiendo la importancia de fomentar la lectura en los niños, esta tercera jornada tuvo 2 encuentros de literatura infantil. Guadalupe Vera, Gaby Trejo, Maricarmen Luciérnaga y Marcela Fonseca presentaron cuentos que buscan sensibilizar a los más pequeños, pero también a los padres. Y Adriana Pacheco presentó Solecitos para contar despacito, un libro de 11 cuentos cuyas ganancias, además, estarán destinadas al orfanato Casa del Sol.
A las 2 de la tarde, se reunieron las voces de las autoras Eva Monroy, Anais Blues, Carla Cejudo y Adriana Azucena Rodríguez, ésta última declaró “Un gran reto para las mujeres que escribimos es la publicación, que facilita la difusión y conseguir lectores, es un reto fuerte”.
A las 3 de la tarde se abrió la primera mesa de poesía del día con la presencia de Paloma Cuevas, quien presentó Mujer en voz alta, un poemario de denuncia y sororidad, “ya estuvo bueno de mantenernos aisladas para conveniencia de quién sabe quién” declaró la poeta. Guadalupe Vera y Ania Mendoza presentaron Contradanza a ciegas, un libro dual que nació de un experimento literario.
Andrea Vega, de @Librosb4Tipos presentó Mäywen, de Magdalena Pérez Selvas, quien declaró que “la autopublicación no significa que la obra esté descuidada, las autoras independientes también hacemos un trabajo riguroso”. Ambas compartieron mesa con Margarita Martínez Duarte, quien presentó Sin ella, una novela bajo el sello, precisamente, de Escritoras Mexicanas.
Para la presentación de la novela Los secretos de las brujas de Salem, las autoras eligieron disfrazarse de brujas, divertirse con su propia investigación y con su propio ser mujer. “Este libro es un homenaje a las mujeres diferentes que no desean ser encasilladas en ningún estereotipo y florecen ante las diferencias”, comentó Guadalupe Vera, coautora con Gaby Trejo, Maru Dieguéz y Sara Jiménez.
A las 6 de la tarde, la presentación de la II y III Antología de Escritoras Mexicanas nos permitió escuchar diversas voces aglutinadas alrededor de Cristina Liceaga, quien dio espacio a todas y cada una de las autoras. Escuchamos terror, denuncia, violaciones, y hasta sobre un pastel de tofu, prueba de la versatilidad de la pluma de la mujer.
Cerramos el día con una mesa de poesía divertida y subversiva. Mercedes Alvarado presentó su libro Días de Luz Larga, Mónica Soto Icaza leyó su poema Puta, y Guillermina Monroy, Royina Arróniz y Marvey Altúzar presentaron el performance poético musical Fuego a tres voces. Hubo brindis, risas y gritos de libertad que ya no se acallarán. ¡Larga vida a la FENALEM!